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ALGUNOS TEXTOS PUBLICADOS DE LA ARTISTA

                                        SOME TEXTS PUBLISHED OF THE ARTIST

 

 

 

                       Rock oil or petroleum is to me a source of inspiration because it is cooked with life in the bottom of the seas, so I use oil as a means for its own expression. In the struggle to master the material and interpret it, I perceive its smell as an overwhelming perfume in the tactile contact with its slippery smoothness, as rock oil caresses everything it touches in its leaking, it never dries; it is moist and sensual, when you want to catch it with an aesthetic intent, it escapes in full rebellion, fleeting and wandering through any possible space and leaving behind an unforgettable impression. Petroleum dwells in darkness, in mysterious and deep places; sight highlights its slimy taste of aging and iridescent black, bright blue, brown sepia and golden, in its thick transparency, the hydrocarbon contains the palette of all the colors on earth.       

 

                                                                                                                                                                                                                                                           Ana María

 

 

 

                       El aceite de piedra es para mí una fuente de inspiración porque se cocina con la vida en el fondo de los mares, por eso utilizo petróleo como medio de expresión de sí mismo. En la lucha por dominar al material para atraparlo e interpretarlo, percibo el olor del chapopote como un perfume abrumador en el táctil contacto de su escurridiza  suavidad; el petróleo acaricia en fuga todo lo que toca, nunca seca; es húmedo y sensual, cuando se le desea atrapar con estética intención, se escapa fugaz y errante, en plena rebeldía por cualquier espacio posible dejando tras de sí una huella inolvidable. Habita en lugares oscuros, misteriosos y profundos, a la vista resaltan su viscoso sabor de añejamiento y el negro tornasolado, azul brillante, marrón sepia y dorado, en su espesa transparencia, el hidrocarburo contiene la paleta de todos los colores de la tierra.             

 

 

 

 

Carta al IGNORANTE de Nicolás Alvarado
sobre el Honorable Juan Gabriel (año 2016)

“…me irritan sus lentejuelas no por joto sino por naco… me irritan su histeria, no por melodramática sino por elemental… me irritan su lenguaje, no por literario sino iletrado… comparable a la Virgen de Guadalupe…”

Alguna vez nos presentó en un evento mi querido Arrigo Coen, de quién fui cercano; recuerdo que me dijo “Nicolás Alvarado es un joven que llegará lejos”. Has llegado lejos, tienes audiencia y cierto prestigio, al tiempo me consuela que Don Arrigo no haya leído tu publicación sobre Juan Gabriel, al día siguiente de su muerte, alejado de toda prudencia y sensibilidad. Distanciado de respeto, inspira vergüenza. Comentarios ignorantes vestidos de seda en temas de arte: JUAN GABRIEL ERA UN ARTISTA, no un lingüista, ni filólogo. Los artistas comunican sentimientos, no ideas. Además de buen artista popular, como los hay muchos, fue excepcional comunicador experto de sentimientos. Los que nos dedicamos al arte sabemos que no es posible comunicar emociones sin distorsionar el idioma o algún medio: era un poeta popular. Con responsabilidad, hay que tener cuidado con la pluma que habla, sobre todo, cuando tocas temas que no son de tu área de conocimiento como lo es el arte.

 

 

Independiente a que en la mayoría de los diccionarios se define al arte como “lo bien hecho, lo ensamblado, lo articulado”, e independiente que la palabra provenga de “artilugio y artificio”, la definición real de arte NO PUEDE ESTAR en un diccionario debido a que su significado y sentido escapan del IDIOMA estructurado y de su gramática. NO ES IMPORTANTE el idioma o las reglas lo que le brinda valor al arte, sino el hecho de comunicar sentimientos, para lo cual muchas veces lo estructurado ESTORBA, cual es el caso en cuestión. La innovación de los artistas consiste en la capacidad de crear lenguajes y formas que comunican emociones. Existen tantos lenguajes como buenos artistas existieron, existen y continuarán existiendo mientras no se extinga nuestra raza. Baumgarten, filósofo alemán del siglo XVIII, separó por fin los temas de belleza y arte de las ideas, aportando la palabra estética, y definió al arte como “la expresión de la sensibilidad misma” siendo ésta la definición más cercana al arte que se haya expresado. Para Andrés Henestrosa “el arte es un espacio de alegría en esta tragedia que es la vida”, son lo mismo. Juan Gabriel es un espacio de alegría en la tragedia de la vida para muchos, JuanGa es arte.

 

Cierto es que existen ideas y un gran trabajo intelectual ATRÁS de toda representación, elementos indispensables “sólo” para TRADUCIR la experiencia emocional personal, que a nadie le es atrayente, un valor universal atemporal y de fácil comprensión, sin necesidad de contar con la misma cultura y tiempo histórico. Las ideas en el arte intervienen no por su importancia, sino por las emociones que nos producen, las ideas en el arte se ubican en segundo o quinto plano. Lo que nos hace artistas, guardando las distancias entre todos los del gremio, es la capacidad de crear lenguajes, para proyectar sentimientos y vibraciones verdaderas, con valor universal, atemporales y con economía del recurso cual sea que sea el medio, y eso lo hace muy bien Juan Gabriel. No es casual que las composiciones de Juan Gabriel hayan sido traducidas a muchos idiomas como son chino, francés, japonés, tagalo, inglés, y muchos más. ¿Cuántos textos tuyos se han traducido a algún otro idioma y se han publicado en algún otro país?

 

Si algunos no comprenden y prefieren como tú denominar al caso JuanGa como un “fenómeno sociológico o producto comercial de TV” es por falta de información, a lo largo de su historia en ese medio frívolo, Juan Gabriel se enfrentó no solo a cadenas de televisión, también a disqueras, sin consecuencias en su popularidad por más que algunos hubieran querido lo contrario: el talento cuando es evidente, se impone.

 

Luce en tu artículo menosprecio al público. Sabemos a lo largo de la historia popular que cuando aparece alguien que representa sentimientos comunes, se identifica la gente y hace todo por defenderlo, equivalente a defender cada uno de sus propios sentimientos. Puede ser que no comprendas al público, a la masa que te diriges por televisión para enseñar algo de lo que has aprendido de memoria, sin discernimiento ni criterio, a juzgar por la intolerancia irrespetuosa manifiesta en la irritabilidad ante el uso de lentejuelas ¿qué importa si tu usas esas lentes horribles, de mal gusto, nacos y kitsch con que te presentas al público? es tu trabajo el que habla por ti, no tus lentes, opinar de ridículos es fácil, incongruente cuando utiliza algo ridículo para algunos como esos lentes que te pones. La inteligencia se manifiesta en la tolerancia y la capacidad de adaptarse al medio antes que en las expectativas desatinadas descritas en tu artículo sobre cómo debe ser un artista. ¿Te irritan las lentejuelas u otras cosas del Divo? porque refleja su autenticidad, espontaneidad, y sobre todo LIBERTAD de ser, estar y hacer, y hacer bien, muy bien lo suyo, libre de apreciaciones, adjetivos o valores importados de los que hablas en tu escrito. Juan Gabriel fue un ejemplo de ser sí mismo despojado de prejuicios, lleno de sentimiento y corazón, por eso pega y continuar vivo. Te ves muy elemental, eso sí, con lenguaje florido.

 

Muchos diferimos que hablar de Juan Gabriel obliga a hablar de gay´s, a lo que sí obliga es a resaltar su talento, generosidad, entrega, tino y delicadeza de sus sentidos. Sucede igual que al hablar de poetas, músicos o pintores, sean o no gay´s. La homosexualidad es un asunto personal que no tiene importancia, es más un adjetivo calificativo crítico de ignorante que punto de identificación: el personaje se hizo famoso por sus canciones, no por gay. El hecho de que en sus composiciones musicales quizás mezcló sones que producen nuevos sones, como todos sus predecesores, no le quita creatividad ni ingenio, al contrario, le da otros valores muy a tu pesar. Anterior al lenguaje el hombre danzaba y cantaba como pájaro sin críticos estigmatizados arbitrarios sobre lo que es bueno, valioso, válido o culto

 

¿Quién cree que eres para que, desharinado, supongas que los demás debemos respetar tu opinión? Sin educación ni inteligencia, sólo eres un cúmulo de datos sustituible con cualquier buen diccionario: Juan Gabriel no es sustituible. La palabra cultura viene del cultivo del agro, después, su significado caminó al cultivo de las ciencias y de las artes. Tu escrito es cojo, pone de lado a las artes para juzgar la cultura, te olvidas de la tierra, de lo orgánico, de la belleza y de los sentidos. Temerario llamar elemental a Juan Gabriel. Te irrita el melodrama aunque sin éxito quieras matizar con negación incongruente. Llamar elemental a una persona que, a pesar de las dificultades, desventajas y riqueza de su vida, conservó sencillez, humildad y talento. Te exhibes como una persona que no solo es elemental, sino rupestre, sin pulir, sin experiencia.

 

Las personas cultas y con pluma que se respetan, y que respetan a su público, no escriben artículos como el tuyo sobre un ser que no conocieron, que recién ha fallecido, que la mayoría de los mexicanos admiramos y sentimos la gran pérdida. Si bien ha muerto, su legado está vivo cada día más vibrante para recordarte que el humanismo existe y es más fuerte que la opinión de unos cuantos seudo-intelectuales.

 

La expresión sensible con valor universal es lo que perdura en el tiempo. Juan Gabriel COMUNICA, decodifica el lenguaje, el idioma, lo traduce en habla simple para proyectar sentimientos complejos, comunes y populares. Es visible en la forma de sus composiciones que Juan Gabriel se dirigió, con la pureza de la inocencia, que no es lo mismo que ignorancia, a dos niveles del cerebro: reptil y límbico. Si en sus composiciones se hubieran dirigido al nivel cortical de la audiencia, no sería arte el producto de su trabajo sino ciencia. Juan Gabriel es un gran compositor.

 

Como artista plástico no es difícil comprender que, si bien Juan Gabriel no es Gutierre Tibón, ni Andrés Henestrosa, ni De La Peña, ni Octavio Paz, ni Arrigo Coen, ni pretendió serlo, COMUNICA emociones en forma sencilla e identificable con nuestra cultura y sentimientos universales. A juzgar por la reacción del público ante la pérdida del DIVO, Divo de los sentimientos, Divo del arte y Divo de la comunicación, no cabe duda que Juan Gabriel, además de haber sido un hombre generoso, comunicaba sin artificios ni artilugios, dirigiéndose al corazón de la gente. No es brillante comparar a la Virgen de Guadalupe, tema religioso, oa Octavio Paz, tema literario, con Juan Gabriel, intérprete y compositor musical, sobre todo que, a diferencia de tus comparaciones, la popularidad de Juan Gabriel NO es resultado de algún artilugio sino de su talento.​

 

Hago de tu conocimiento que, entre los pendientes que dejó Arrigo Coen cuando la muerte lo sorprendió, estaba escribir un libro en honor al HABLA más que al lenguaje, tomando en cuenta que el lenguaje tiene como objetivo la comunicación y registro de la historia, y que el habla fue su origen, y que el habla seguirá siendo el origen de todo nuevo lenguaje. Si no comprendes un lenguaje como el de Juan Gabriel, y si además sabes, cómo lo has descrito, que tienes una opinión personal distorsionada, si fueses inteligente, te habrías reservado sólo para ti, sin publicar, esas opiniones irrespetuosas al arte, al público ya una persona admirada que recién ha fallecido. Debiste publicar tu opinión cuando el Divo estaba entre nosotros, quizás le habría hecho gracia y hasta te hubiera hecho una canción, lo que te habría inmortalizado, de otra forma lo veo muy difícil.​

 

Humana e inteligentemente no hay duda que Juan Gabriel es, y ha sido, uno de los más grandes exponentes de la música popular mexicana, comparable solo con José Alfredo Jiménez, quien por cierto lo admiró en su tiempo. Es de menor importancia si en sus composiciones utilizan un lenguaje estructurado o lentejuelas, lo significativo es que toca al unísono la mayoría de los corazones de niños, adultos, cultos, ignorantes, viejos o jóvenes, científicos o burócratas, hombres y mujeres de todo tipo, y ese encantador no puede ser resultado comercial frívolo, ni de un inexplicable fenómeno sociológico, sino que, muy a tu pesar, es resultado de un gran TALENTO GENUINO.

 

Cómo ha sido posible que una persona con tu perfil se dio a la tarea de escribir y publicar sobre un ser que no conoció, sin legitimidad y con el riesgo de que el poco público, comparado con el de Juan Gabriel, que tienes, cual naturaleza pura antes de que pensar sienta, dejará como yo de escucharte por motivo tan antiguo como la enseñanza estoica: “conocimiento que no es útil para la vida, no es conocimiento”.

 

 

Si deseas comentar esta carta, tengo una página web pública con acceso a contacto: http://www.anamariaguardia.com

 

 

En Honor y Memoria a Juan Gabriel, Ana María

SEGUNDA CARTA a al improvisado de Nicolás Alvarado

 

Debido a las muchas entrevistas que ha tenido Nicolás Alvarado, entre otras con Carmen Aristegui, Ciro Gómez Leyva y Joaquín López Dóriga, no puedo menos que escribir una segunda carta al improvisado de Nicolás Alvarado porque me impresionan a los niveles de necedad, tozudez, cerrazón, arrogancia, vulgaridad, ignorancia y soberbia a los que puede llegar un individuo ardido como éste humanoide, a quién llamare “el uni-neurona” como objeto de estudio.

 

Nicolás brilla sin retractarse de su texto para bien de los oídos de su mamá, pide disculpas SÓLO por el tiempo de duelo en que hizo público su texto, habiéndole fallado el oportunismo. Utópico habla sobre que su libertad de expresión “debe ser absoluta” sin asomo a que la libertad de una persona termina donde empieza la otra, todo tiene límite, también la libertad sujeta a escrúpulos, respeto y valores. Imagínense ustedes que “con motivo de mi libertad de movimiento” tuviera la osadía de asesinar a otro ser humano, y que cuando venga la policía a detenerme, le diga sin legitimad los uniformados que no deben arrestarme porque sólo estaba ejerciendo “mi libertad absoluta de movimiento”, y que además, dado que no no soy funcionaria pública ni estoy a cargo de canal 22, no tienen derecho a llevarme presa por asesinato.

 

Con o sin puesto público universitario, sin chamba de periodista, o como ciudadano, el  poco entendido de Nicolás no se ha percatado todavía que “ofensas personales” no tienen algo que ver con la libertad de expresión, todo lo contrario ya que no son ideas lo que el texto del “uni-neurona” contiene: su vulgaridad es independiente al contexto. Nada que dañe la libertad de otros, en este caso de muchos, tiene que ver con libertad de expresión.

 

El uni-neurona continúa dando entrevistas de pan con lo mismo comprometiendo a sus conocidos periodistas en lugar de mostrar algo de clase o dignidad para reconocer y pedir disculpa pública por el agravio del contenido del texto, no por su oportunismo fallido. Utilizar plataformas de otros para seguir luciendo sus vergüenzas y limitaciones es inaceptable. No es linchamiento, es justicia social y respeto a la libertad de expresión: un ente que no muestra valor humano, ni sentido común, ni prudencia, no debe tener foros de expresión pública. Escribir implica alta responsabilidad con o sin puesto de burócrata.

 

El fantasmagórico de Nicolás Alvarado dice en entrevistas haber padecido censura mientras fue funcionario público en canal 22 de la UNAM, que ahora es libre como gaviota para escribir sus “grandiosos textos literarios”, de los cuales no sabemos de algún premio significativo como los que obtuvo Octavio Paz, Monsiváis, o cualquier otro escritor del tamaño con quién se compara desproporcionado haciéndose todavía más sombra a sí mismo.

Los necios y soberbios escuchan la tempestad y no se hincan. Sorprende que no distinga Alvarado el puesto que tuvo por escasos meses en la UNAM: no es lo mismo ser funcionario público que empleado de la Universidad Nacional Autónoma de México. La reflexión se estaciona en la censura: no fue la Secretaría de Gobernación quién lo ha censurado sino el público general de México, país al que debe agradecimiento y respeto ya que siendo de origen venezolano México le abrió sus brazos sin discriminación.

 

Nicolás Alvarado es tan brillante como un sol que cantinflea diciendo nada con muchas palabras en esas entrevistas penosas para sus afectos. Desubicado se observa a sí mismo como un “escritor literato”, escritor sí, pero de sandeces, no literato. Confunde patanería con ironía. Habla de humor cuando a nadie causa gracia, ni a su escaso público arrepentido. Viene a mi mente una de las preguntas que le hicieron a Juan Gabriel sobre la envidia, el Divo respondió “para mí la envidia es la forma más baja de admiración, prefiero que me tengan envidia a yo sentirla”.

 

Quién censura su texto excedido de ardor, envidia y de lenguaje soez, tanto como sus entrevistas recientes somos los mexicanos, no por castrar a la libertad de expresión sino por grosero y tozudo: es mentira que todos somos clasistas como él dice atrevido hablando por nosotros, existe la evolución del hombre, lo civil, el respeto y humanismo, aunque el uni-neurona por motivos obvios de soberbia elemental, suponga que todos somos iguales, se equivoca, hay unos más iguales que otros.

 

 Vergüenza debería dar a este humanoide que presume en falso de dominio del idioma ya que, si bien es cierto que todo idioma es flexible, también es cierto que el idioma no es un chicle para que lo mastique babeando un seudo-intelectual que se siente literato excelso y no es más que una vergüenza actual para la Academia de la Lengua y para todo mexicano con sentido común.

 

  Son tan feas las cosas que dice y es tan feo este muchachito que me atrevo a suponer que su mamá en lugar de darle pecho le dio la espalda. Para muestra de ironía un botón.

 

Estoy tan impresionada del absurdo que rodea a Nicolás Alvarado que logró el despertar en mí su interés en la antropología social. He decidido estudiar al “uni-neurona” que describo,  motivo por el cual lo tengo en el laboratorio en un frasco esperando variables para observar sus reacciones, quizá algún día despierte el animalito. Pongo a su consideración la siguiente hipótesis o adivinanza ¿qué hacen dos neuronas en el cerebro de Nicolás Alvarado? platicar para no aburrirse. 

 

Como no tengo duda que Nicolás Alvarado sabe ahora de cierto de la existencia del conocimiento popular, viene a mi mente un dicho de todos conocido “la caca cuando se mueve, apesta”. NO MÁS ENTREVISTAS Nicolás, nos apena que arriesgues las pocas chambitas que te quedan: “calladito te ves menos feito”.

Cualquier comentario dirigirse a mi página web pública con acceso a contacto:

 

​​http://www.anamariaguardia.com

 

Artista de la Evolución del Universo y de la Vida y

Museo Nómada del Petróleo

México, D.F., a 9 de septiembre de 2016.

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